Tenemos una relación de amor y odio con las reseñas de los usuarios.
En internet nadie sabe que eres un perro. Pero incluso si creen que eres un perro, es posible que duden bastante de si les estás dejando una crítica entusiasta de cinco estrellas. labios de perro novedad porque realmente amas el producto, o porque eres una planta que recibe más golosinas para perros por posar con ellos. Es un campo minado.
Astroturfing, el acto de plantar críticas falsas en nombre de una empresa, en realidad ha sido ilegal en el Reino Unido durante algún tiempopero si bien es técnicamente punible con hasta dos años de prisión, en la práctica es casi imposible de hacer cumplir.
Afortunadamente, o lamentablemente, dependiendo de qué tan optimista sea su perspectiva de la vida, los usuarios de Internet son un grupo cínico y no confían en todo lo que leen. Una encuesta de 2,000 personas del sitio de reseñas Tarifa descubrió que, mientras que el 74% de las personas afirman estar influenciadas por las reseñas en línea, solo el 7% de los encuestados fueron lo suficientemente crédulos como para decir que confiaban completamente en ellos.
Tal vez consciente del problema del astroturfing, el 81% de los compradores en línea busca específicamente reseñas negativas para ver si surgen temas consistentes. El 56 % cree que la ausencia de críticas negativas es algo así como una señal de alerta, siguiendo la escuela de pensamiento "demasiado bueno para ser verdad". El 60 % de los encuestados tuvo en cuenta el lenguaje y el tono al juzgar la legitimidad de una reseña.
Una forma en que las empresas han abordado la brecha de confianza en el pasado es permitir que solo los clientes que compraron el producto de manera verificable dejen una reseña, pero eso conlleva una serie de problemas: no solo es un poco injusto que alguien que compró un libro en una tienda benéfica no puede dejar una reseña en un sitio web, pero también es algo que está realmente limitado por el tamaño de la empresa. Amazon podría salirse con la suya con esa política, pero un equipo más pequeño con menos ventas no puede darse el lujo de elegir de dónde proviene el contenido de sus reseñas.
Algunas empresas también envían muestras gratuitas bajo el entendimiento de que los clientes dejarán una reseña honesta, pero eso también es difícil de evaluar para los consumidores: qué tan objetiva pueden esperar que sea una reseña cuando el autor no ha tenido que pagar por ella y no lo ha comparado con decenas de sus rivales? Más concretamente, ¿cómo saben que no hubo presión para disimular los negativos?
Es un problema difícil de entender, pero por ahora, parece que los compradores del Reino Unido están abordando el tema de la mejor manera posible: con una buena dosis de desconfianza y cinismo.